En la Plaza de la Villa tenemos tres edificios históricos, cada uno de un siglo. En el lado este se alzan las Casas y Torre de los Lujanes, del siglo XV, que ostentan el título de edificio civil más antiguo de Madrid y que fueron propiedad de la familia de los Luján, una de las más poderosas de la ciudad. Al fondo, en el lado sur, tenemos la Casa de Cisneros, del siglo XVI, mandada construir por un sobrino del célebre Cardenal Cisneros. Y en el lado oeste está la Casa de la Villa, del siglo XVII, comunicada con la anterior mediante un pasadizo elevado, mandada construir en tiempos de Felipe IV para albergar las reuniones del consejo, misión que ha realizado durante siglos hasta que en 2007 las oficinas del Ayuntamiento pasaron a ocupar el Palacio de Cibeles. Preside el centro de la plaza la estatua de Don Álvaro de Bazán (uno de los héroes de la batalla de Lepanto), sufragada mediante suscripción popular y realizada por Mariano Benlliure.
Salgamos ahora de la Plaza de la Villa por la Calle Mayor hacia la derecha. Esta calle, que discurre entre la Puerta del Sol y la Catedral de la Almudena y fue eje principal del Madrid de los Austrias, contiene infinidad de elementos destacables que se han ido agregando a lo largo de siglos de historia. En el breve tramo que vamos a recorrer encontraremos, en el número 61, la casa donde vivió y murió Pedro Calderón de la Barca; enfrente, en la salida de la calle Milaneses, la azotea de un edificio acoge la escultura Accidente Aéreo, que representa a un individuo alado que se ha estrellado; donde la Calle Mayor se ensancha ligeramente, en el número 49, está la placa que recuerda que aquí estuvo la Puerta de Guadalajara, perteneciente a la muralla cristiana de Madrid, y enfrente, en el número 46, la casa en que nació Lope de Vega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario