El humanismo, en el sentido amplio, significa
valorar al ser humano y la condición humana.
El humanismo fue un movimiento filosófico, intelectual
y cultural que comenzó en Italia en el
siglo XIV con el Renacimiento y se extendió a través de
Europa, rompiendo con la fuerte influencia que ejerció la Iglesia
católica en todos los órdenes de la vida durante la Edad Media.
El teocentrismo, por ejemplo, que concebía
a Dios como el centro de todo, deja paso al antropocentrismo, donde
el hombre ocupa el centro y se erige como la medida de todas las cosas. En este
sentido, el humanismo exalta las cualidades de la naturaleza humana
sin recurrir a ninguna religión para ello.
La filosofía humanista ofrecía nuevas
formas de pensar y reflexionar acerca de las artes, las ciencias y la política,
lo cual revolucionó el ámbito cultural y supuso un periodo de transición entre
la Edad Media y la Modernidad.
A través de sus obras, los intelectuales y los
artistas humanistas exploraron temas inspirados en los clásicos de la antigüedad
grecorromana, que eran sus modelos de verdad, belleza y perfección. Algunos autores
humanistas de gran importancia de aquel periodo fueron Giannozzo
Manetti, Marsilio Ficino, Erasmo de Rótterdam, Guillermo de Ockham, Francesco
Petrarca, François Rabelais, Giovanni Pico della Mirandola, Tomás Moro, Andrea
Alciato y Michel de la Montaigne, entre otros.
En las artes plásticas y en el campo
de la Medicina, el humanismo propició obras enfocadas en el estudio
de la anatomía y del funcionamiento del cuerpo humano. Por
su parte, en las ciencias, se produjo la secularización del saber científico y
ocurrieron importantes descubrimientos en diversas ramas del saber, como la
Física, las Matemáticas, la Ingeniería o la Medicina.
Humanismo
y Renacimiento
El humanismo sentó las bases y los
fundamentos ideológicos delRenacimiento europeo. El humanismo
renacentista, como tal, surgió con una nueva postura hacia las doctrinas
religiosas en vigor de aquel momento, y con un consiguiente alejamiento de
estas doctrinas para poder realizar una evaluación más racional de estas.
Durante el Renacimiento, el humanismo también se caracterizó por los intentos
de liberar al ser humano de las rígidas reglas del cristianismo de la época
medieval. En un sentido amplio, el humanismo en este periodo batalló contra el
oscurantismo de la Edad Media, y llevó a la creación de un comportamiento y una
conducta científica, libre de normas teológicas.
Humanismo y Literatura
El humanismo también corresponde a
una escuela literaria que tuvo gran importancia en los siglos
XIV y XV. En la literatura, se destacó la poesía palaciana, es decir, la
surgida dentro de los palacios, escrita por nobles que retrataron los usos y
las costumbres de la corte. Algunos de los escritores italianos que causaron
más impacto fueron Dante Alighieri con la Divina comedia, Petrarca
con el Cancionero y Boccaccio con el Decamerón.
Humanismo
secular
El humanismo secular, también conocido
como el humanismo laico, es un movimiento filosófico que se ocupa
de la justicia social, la razón humana y la ética. Los humanistas seculares,
seguidores del naturalismo, fueron generalmente ateos o agnósticos,
al mismo tiempo que renegaban de la doctrina religiosa, la pseudociencia, la
superstición y el concepto de lo sobrenatural. Para los humanistas seculares,
estas áreas no son vistas como el fundamento de la moralidad y de la toma de
decisiones. Por el contrario, un humanista secular se basa en la razón, la ciencia,
la experiencia personal y el aprendizaje a través de los relatos históricos,
que se constituyen como los soportes éticos y morales dan sentido a la vida.
Humanismo y Psicología
La psicología humanista tuvo su
origen en la década de 1950, y su importancia aumentó significativamente en las
décadas de los 60 y 70. Siendo una rama de la psicología y, más
específicamente, de la psicoterapia, la psicología humanista surgió como una
reacción al análisis exclusivamente realizado sobre el comportamiento. Teniendo
como base el humanismo, la fenomenología, el existencialismo y la autonomía
funcional, la psicología humanista enseña que el ser humano tiene en su
interior un potencial de autorrealización. La psicología humanista, como tal,
no tiene como propósito revisar o realizar una adaptación de los conceptos
psicológicos existentes, pero sí procura ser una nueva aportación al campo de
la psicología. En este sentido, se considera como una teoría adicional, juntamente
con la terapia de la conducta y el psicoanálisis.
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